lunes, 23 de mayo de 2011

Sexo a la carta

Soledad Marquez. Sexóloga

Ruego a usted se sirva informarme si puedo tomar sildenafil al estar en tratamiento con antibióticos por una infección urinaria.
V a a depender de los componentes del antibiótico el que no haya interacciones negativas entre ambos  medicamentos. Hay estudios que han demostrado que la eritromicina aumenta la concentración en sangre del
sildenafil un 182%. En cambio, la rifampicina produce el efecto contrario.
De todas formas, conviene consultar con su médico tratante que, de acuerdo a su historia clínica y características personales, le dirá qué es lo más conveniente en su caso particular.
Leo tu columna con mucha alegría, ya que me parece muy bueno ayudar a los demás a vivir más plenamente su sexualidad.
Yo quiero hacerte una consulta, y agradecería que no pusieras mi nombre. Soy homosexual, no tengo pareja y solo tuve sexo una vez. Soy pasivo. Mis preguntas son varias. Una: ¿cómo tengo que hacer para que la relación sea menos dolorosa y más higiénica?
Dos: Cuando me masturbo con algún objeto, ¿cómo tendría que hacer para no causarme ningún daño?
Te felicito por tu columna y desde ya muchas gracias.
Antes que nada, quiero que sepas que nunca publico el nombre de las personas que hacen las preguntas ni ningún dato que pueda identificarlas. Para que sea menos doloroso y no hacerte ningún daño, tienes que cuidar especialmente que el objeto esté limpio, o si es posible colocarle un preservativo. Puedes usar un lubricante de base acuosa y adoptar una posición donde seas tú quien va ejerciendo el control de la penetración. Es imprescindible estar bien distendido y con  tiempo suficiente.
Con respecto a la higiene, es conveniente realizarse previamente un pequeño enema. Se aconseja usar  siempre preservativo para evitar la transmisión de infecciones ya que las mucosas del intestino son fácilmente lesionables y, por lo mismo, generan una puerta fácil de salida y de entrada a los virus; también porque las bacterias normales en la flora intestinal no lo son en las vías urinarias.
Me gusta practicar el sexo oral. Mi pregunta es si existe algún inconveniente, aparte del sida y de otras  enfermedades venéreas, en el hecho de tragarse el semen.
El semen está compuesto en un 1% por espermatozoides, entre un 40 y un 60% por plasma seminal, formado por prostaglandinas y  fructuosa; entre un 12 y un 30% de un líquido rico en ácido cítrico, fosfatasas ácidas y alcalinas, albúmina, zinc, calcio y magnesio; entre un 1 y un 6% de un líquido viscoso que sirve de lubricante.
Ninguno de esos ingredientes tiene nada que pueda resultar tóxico al organismo humano por el hecho de ser ingerido, si el semen pertenece a una persona sana.
Tengo 16 años y noto que mi pene es más chico que el de los otros muchachos del club, así que trato de bañarme solo o en mi casa. Según tú dices en tus respuestas, no afectará mis relaciones sexuales con una chica, pero tengo mis dudas. ¿Tendré que operarme? Te agradezco si me respondes.
Uno de los mitos más conocidos es el referido al tamaño del pene. La creencia de que quien posee uno de gran tamaño es más viril y, por tanto, más capaz de satisfacer a la mujer, está muy extendida y ha ocasionado traumas a numerosos varones. Sin embargo, existen pruebas de que las diferencias entre dos penes en erección son muy inferiores a las que pudieran observarse en estado de flaccidez. Es decir: los de menor tamaño pueden aumentan más del doble de su tamaño durante la erección, mientras que en los más grandes, puede ser poca la diferencia entre el reposo y la rigidez.
Por otra parte, las zonas erógenas por excelencia de la mujer se encuentran ubicadas en el clítoris y en el primer tercio de la vagina, es decir, a pocos centímetros de su entrada. Según estudios realizados, se sabe que para la gran mayoría de las mujeres, más importante que el tamaño del pene de su pareja es qué está dispuesto a hacer para que ella se sienta bien y disfrute del encuentro de tal forma que quiera repetirlo. Los baños de los clubes deportivos han sido y son causa de muchos complejos varoniles, pues se prestan para las comparaciones sobre el tamaño de los genitales, sin tener en cuenta quizás las distintas etapas del desarrollo en que se encuentra cada persona. También que se ve de diferente tamaño mirando hacia abajo el propio pene que de costado el de otros. La falta de educación sexual y de aceptación de las diferencias propias y ajenas, ha permitido que, médicos inescrupulosos explotaran este complejo proponiendo y ejecutando operaciones costosas, riesgosas y no logrando siempre los resultados esperados, acentuando y manteniendo este mito vigente. Trata de encontrar quien te valore por ti mismo como persona, sin importarle tanto el tamaño de tu pene. 

*La psicóloga y sexóloga Soledad Márquez contestará, a través de esta columna, las preguntas que se le dirijan al teléfono 29084510, al e-mail solmar@chasque.net o a la redacción de La República de las Mujeres (Avda. Garibaldi 2579, Montevideo)

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