domingo, 31 de julio de 2011

Homenaje a dos luchadoras pioneras

Gloria D’Alesandro y Amagda Caetano, ambas con una trayectoria de casi medio siglo de militancia sindical y precursoras, en las últimas dos décadas, de la lucha contra la violencia hacia la mujer y el abuso infantil, fueron distinguidas el pasado 13 de julio por el Departamento de Género y Equidad y la Comisión Nacional de Cultura del PITCNT.
El homenaje recibido del PIT-CNT por Gloria D’Alesandro y Amagda Caetano se realizó en el marco del lanzamiento de la editorial “1º de Mayo” de la central sindical y su primer título, “El abrigo de la colmena. Historias de niños para adultos”, un libro del escritor compatriota Ignacio Martínez.
La obra, publicada originalmente en 2003 por la editorial Fin de Siglo, narra en forma novelada el drama de la violencia doméstica y el abuso sexual infantil experimentado por cinco niñas y un niño. Para escribirlo, Martínez tuvo acceso a los expedientes que cinco mujeres le hicieron llegar. “Es el único libro que no  hubiera querido escribir nunca”, reconoció Martínez durante la presentación. El libro y la realidad actual de la violencia fueron comentados por la ex senadora Margarita Percovich; Diana González, abogada defensora de niñas y niños; Andrea Tuana, asistente social, coordinadora de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual y Ani Durán, funcionaria del Instituto de la Niñez y la Adolescencia del Uruguay (INAU) durante 22 años y representante del PIT-CNT ante la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CETI). Las actrices Susana Hernández y María José Pedraza, de la Comisión de Cultura de la central sindical, leyeron pasajes de la obra de Martínez.
Compromiso trascencente

D’Alesandro trabajó y militó durante décadas en el Juzgado de Menores del Poder Judicial, donde fue inspectora en materia de Menores y Familia, destituida durante la dictadura. Años después integró la Comisión Nacional pro Restitución de los Destituidos; fue secretaria de la Comisión Nacional de Ética Médica, la cual recibía denuncias por faltas éticas de los médicos militares. En 1986 fundó el Instituto Mujer y Sociedad, pionero en la asesoría legal y atención psicológica a las mujeres víctimas de violencia doméstica, del cual fue directora hasta 2010.

Caetano, militante de Sutel  durante 46 años, fue fundadora de la Comisión de Mujeres del PITCNT, antecedente de su Departamento de Género y Equidad. “Se trata de dos mujeres, dos luchadoras, dos sindicalistas a quienes nosotras como Departamento de Género tenemos que agradecer, porque ellas fueron un avance para que hoy en este nuestro PIT-CNT se puedan estar tratando estos temas de violencia doméstica y abuso infantil, cosas que en el movimiento sindical nos ha costado. Gloria y Amanda fueron pioneras en estos temas y con ellas no solamente el Departamento de Género sino este movimiento sindical aprendió el compromiso de seguir luchando, porque son un problema social que se cambia entre todas y todos y como tal lo tenemos que combatir”, sostuvo Alma Fernández, del Departamento de Género y Equidad al entregar las placas con la que se reconoce la trayectoria de ambas militantes.
Experiencia acumulada

D’Alesandro recordó la anécdota de cuando un 8 de marzo de hace muchos años, junto con Mabel Simois, de la Casa de la Mujer de la Unión, dijeron en una radio que la violencia doméstica estaba en todas las clases sociales, políticas, económicas, culturales. “Los teléfonos comenzaron a sonar sin parar para recriminar lo que habíamos dicho. Pasaron 20 años y algo se probó. Tenemos que seguir peleando compañeras. No podemoS dejar pasar un minuto porque la violencia doméstica sigue entre nosotros”, denunció.
Al mismo tiempo, abogó a favor de la despenalización del aborto. “Otra lucha en la que sigo metiéndome en el lugar en que puedo, porque ahora ando con bastón, es por la despenalización del aborto. Nací en 1934, cuando se despenalizó el aborto; después se penalizó nuevamente en 1938. La humanidad cambió un poco de 1938 a 2011, ¿verdad? Pero el aborto sigue siendo penalizado en la República Oriental del Uruguay, y cuando tuvimos la suerte de que la ley que lo despenalizaba fuera aprobada en el Parlamento ya saben todos
ustedes lo que pasó con el veto. Espero no morirme sin ver la despenalización del aborto”, finalizó la militante feminista. Por su parte, Caetano, quien admitió que siempre reivindicó la importancia de que los homenajes se hicieran en vida, narró una historia conmovedora. “Una vez, habíamos ido con otras compañeras a un departamento del interior muy pobre; hacía calor y las mujeres que nos escuchaban empezaron a sacarse los abrigos. Yo soy muy observadora y le digo a la compañera que estaba conmigo: ‘les venimos a hablar de negociación colectiva, de derechos laborales y estas mujeres trabajan por un peso. Mirá cómo tiene el ojo esa mujer, mirá esos brazos con moretones, vamos a cambiarle todas las estructuras’ y empezamos a hablar de otro tema, de la violencia. Se hizo un silencio terrible en el salón. Les conté que yo sabía de qué hablaba porque había sufrido violencia doméstica y había sido violada a los 4 años. Después nos fuimos a comer todas juntas en una olla y terminamos la jornada haciendo como cuatro o cinco denuncias en la comisaría. Era lo que se podía. A partir de entonces, empezamos a hablar del  tema, comenzamos a dar charlas y formamos la Comisión de la Mujer del PIT-CNT. Hoy somos respetadas dentro de la central”. Las militantes homenajeadas recibieron saludos de sindicatos, de la Casa de la Mujer de la Unión, de la Facultad de Ciencias Sociales, Juzgados especializados en Violencia Doméstica, del Ministerio de Educación y Cultura, de la Comisión de Equidad y Género de la Junta Departamental de Montevideo. Eduardo Galeano y su esposa Elena Villagra enviaron un saludo especial a Gloria D’Alessandro.

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